El juego está formado por dos mazos: en primer lugar, 43 cartas del Anillo, que incluyen compañeros y cartas de Mordor. En segundo lugar, 21 cartas de enemigo, que nos proporcionarán puntos de victoria cuando los derrotemos.

En su turno, los jugadores pueden elegir si formar una compañía con las cartas de compañero de su mano o robar una carta del mazo del Anillo y añadirla a su mano, si tiene menos de cinco. A lo largo de la partida, los jugadores podrán formar tantas compañías como quieran o ampliar las existentes. Tras ampliar o crear una compañía, los jugadores pueden enviar una de ellas a la batalla. Cuando los símbolos de una compañía coinciden con los símbolos de una o más cartas de enemigos, el jugador puede enviar esta compañía a la batalla, coger las cartas de los enemigos que haya derrotado y colocarlas boca abajo delante de él. El jugador deberá descartar todas las cartas de compañía que haya usado en la batalla y aparecen nuevos enemigos.

A pesar de que cada vez más compañeros llegan en vuestra ayuda, el ojo de Sauron está siempre al acecho y debéis vigilar sus contraataques. Deberéis tener mucho cuidado con las cartas de Mordor, que se ocultan entre el mazo del Anillo. Estas cartas penalizarán a los jugadores haciendo que se descarten de cartas de su mano, de las compañías o incluso de enemigos derrotados.

La partida termina cuando ya no hay más cartas de enemigo a la vista. En ese punto, los jugadores suman los puntos de los enemigos que han derrotado más los puntos que otorgan las cartas de compañero que tengan en su poder. Gana la partida el jugador que ha obtenido más puntos de victoria. En caso de empate, el jugador que haya derrotado a más enemigos es el ganador.