En el juego, plantas y luego cosechas cartas de frijoles para ganar monedas. Cada jugador comienza con una mano de cartas de frijoles al azar, y cada carta tiene un número que corresponde al número de ese tipo de frijoles en la baraja. A diferencia de la mayoría de los otros juegos de cartas, no puede reorganizar el orden de las cartas en la mano, por lo que debe usarlas en el orden en que las recogió del mazo, a menos que pueda intercambiarlas con otros jugadores, que es el corazón del juego.

En un turno, debes plantar las primeras una o dos cartas en tu mano en los “campos” frente a ti. Cada campo puede contener solo un tipo de frijol, por lo que si debe plantar un tipo de frijol que no está en uno de sus campos, entonces debe cosechar un campo para hacer espacio para el recién llegado. ¡Esto generalmente no es bueno! A continuación, revela dos cartas del mazo y luego puede intercambiar estas cartas, así como cualquier carta en su mano, por cartas de otros jugadores. ¡Incluso puede hacer promesas futuras para las tarjetas recibidas ahora mismo! Una vez que se completa todo el intercambio, y todos los intercambios en un turno deben involucrar al jugador activo, entonces termina su turno sacando cartas del mazo y colocándolas en el dorso de su mano.

Cuando cosecha frijoles, recibe monedas según la cantidad de tarjetas de frijoles en ese campo y el “beanómetro” para ese tipo de frijol en particular. Voltee 1-4 cartas de ese campo para transformarlas en monedas, luego coloque el resto de las cartas en la pila de descarte. Cuando se acabe el mazo, baraje los descartes y juegue el mazo dos veces más. Al final del juego, todos pueden cosechar sus campos, luego gana el que haya ganado más monedas.